No cabe duda que nunca sabremos donde encontraremos a quien será nuestro compañero de toda la vida, eso fue lo que le ocurrió a está pareja, la novia de Costa Rica y el novio de México, ella no imaginaba que la decisión de venir a nuestro país la haría encontrar a su gran amor, un verdadero cuento de hadas.
Nos conocimos como ya se ha vuelto común, por internet, los mails iban y venían, ellos con sus dudas y yo con las propuestas y respuestas a lo que preguntaban, poco a poco la boda fue tomando forma, y posteriormente tuve la oportunidad de conocerlos en persona durante el proceso de planificación de la boda, no me equivocaba, eran dos jóvenes enamorados, llenos de ilusiones, alegres, divertidos.
Aprovechamos esa visita para que conocieran la locación para la recepción y la iglesia donde sería su boda, la cual mención aparte, tiene una vista maravillosa del Mar Caribe, se revisaron las propuestas de alimentos, asi como de las flores para la recepción y la ceremonia religiosa.
Todo estaba listo, al fin llegó el gran día, fue la verdad un baile de emociones, comenzando por quien oficiaría la ceremonia religiosa, el sacerdote tío de la novia, quien la vio crecer y convertirse en una bella mujer y que ahora la acompañaba en uno de los días más importantes de sus vidas. Pasábamos ( incluida yo) de la risa al llanto, en una marea de sentimientos que nos arrastraba y que al mismo tiempo nos transmitía el amor que Tanny y Armando se profesan.
Para la entrada de los novios a la recepción el camino se iluminó con pirotecnia fría, cilindros con rosas rojas enmarcaban también la entrada y los guiaba a la pista de baile para su primer baile.
Los amigos y familia que vinieron de diversos puntos para estar con los novios en su boda.
Uno de los momentos más emotivos fue el baile de la novia con su papá.
La familia de la novia trajo de Costa Rica, dulces típicos que hicieron las delicias de todos los presentes, una fusión de culturas y costumbres con un mismo tema el amor. La ceremonia civil en un gazebo a la orilla del mar.
Momentos en que firmaban el acta de matrimonio que los acreditaba como marido y mujer.
Los novios seleccionaron los colores rojo y anaranjado con un toque de verde, para la decoración de su boda, rosas, tulipanes, astromelias, amaranto se veían en los ramos de las damas, los centros de mesa, la decoración del gazebo y la iglesia.
Manteles rojos, vajilla en blanco, servilletas rojas, plaque plateado, centros de mesa altos, fueron los seleccionados para las mesas de la recepción.
La fiesta de los más animada, todos muy bailadores, contentos de ver culminado el amor de los novios, en una boda de destino que unió dos corazones que ahora son uno mismo.
Nuestros mejores deseos siempre para ustedes Tanny y Armando, que estas sonrisas los acompañen siempre en su matrimonio y que su luna de miel sea eterna.
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